Nada que ver con el plasma o suero de los monos.   Este es un organismo bacteriano sui generis, particularmente la forma respiratoria –Mycoplasma pneumonieae– popular pero inquietante.

Primero, advertir que no se trata de una bacteria que mata gente o niños.   Enferma y porque no se sospecha inmediatamente y su tratamiento se hace con un grupo de antibióticos –los macrólidos- que no son la primera línea para tratar bronquitis y neumonías, su diagnóstico bacteriológico o serológico se atrasa algo.

Segundo, la enfermedad respiratoria es muy contagiosa porque se disemina por las partículas húmedas de las secreciones nasales y bucales que se disparan con el estornudo y la tos, y se continúan untando a otros mediante las manos que intentaron tapar el estornudo y silenciar la tos.

Tercero, este organismo, el Mycoplasma pneumoniae, es una causa frecuente de infecciones respiratorias, tanto altas como bajas, entre los niños: faringitis aguda, bronquitis aguda y neumonía. Ocasionalmente pero rara vez, produce otitis media aguda y una forma dolorosa de miringitis bulosa (inflamación del tímpano), que también es producida por otros organismos virales y bacterianos, sinusitis, croup agudo o la coriza propia del catarro común.

Dicho esto, ya sabemos cómo prevenir la multiplicación de los enfermos.

La clínica de la infección respiratoria por esta bacteria es indistinguible de la de otras infecciones respiratorias y los síntomas son variables: tos, malestar general, fiebre o ninguna, dolores de cabeza. La tos es seca inicialmente y luego se presenta húmeda y es persistente. De hecho, una tos que va más allá de 2-4 semanas debe hacer pensar en varias causas, netre ellas, una infección atípica por el Mycoplasma pneumonie.   La auscultación del tórax revela ruidos pulmonares anormales que sugieren el compromiso de las vías respiratorias bajas o inferiores, pero la interpretación puede ser confusa. Por lo menos un 10% de los niños con esta infección respiratoria también presentan una erupción cutánea, como muchas otras infecciones virales lo hacen. El estudio radiográfico de los pulmones es muy variado y sorprendente en muchas ocasiones.

Su período de incubación es de 2-3 semanas (con un rango entre 1-4 semanas) y en el ambiente familiar, una tercera parte de los miembros la pueden sufrir si hay uno enfermo.  Los brotes son frecuentes en sitios donde se reúnen grupos como: las escuelas, los campamentos de deportes, los hospitales y las bases militares. La inmunidad no dura, por lo que se puede sufrir la infección y enfermedad en varias ocasiones. Portadores sanos de la infección pueden darse por varias semanas y meses.

Cuando hay casos frecuentes en la comunidad de la infección por Mycoplasma pneumoniae los médicos debemos estar alertas por la aparición de manifestaciones dramáticas de neumonía atípica, urticaria,

eritema multiforme, el Sindrome de Steven Johnson –una forma temible de reacción inflamatoria de las mucosas y la piel-, el edema angioneurótico; o, menos escandalosas como el eritema nodoso. La seriedad o gravedad de las complicaciones o manifestaciones de esta infección dependen del estado inmunológico del paciente.

Solo un alto índice de sospecha de parte del clínico bien formado y no solo informado, aclara situaciones que pueden enredar el manejo del paciente o complicarlo.