Si hay algo que aumenta la fama o “la taquilla” de un pediatra es que se sepa en la comunidad que “ese pediatra receta vitaminas”. La mayor parte de las veces lo que se ejerce es medicina complaciente, que en ocasiones alivia la ansiedad de los padres, pero muy poco ayuda al niño.

Las vitaminas son componentes esenciales de cofactores metabólicos PERO en niños sanos mayores de un año de edad son probablemente innecesarias y costosas. La leche materna, con excepción para la vitamina K y la vitamina D, es suficiente en vitaminas y las leches artificiales todas están fortificadas con ellas en cantidades que, incluso, superan las recomendaciones para niños que consumen alrededor de 750ml o 25 onzas cada día.  Buenos hábitos nutricionales, que se enseñan con paciencia y amor, superan en creces la inundación innecesaria de vitaminas en la dieta de los niños

Es importante que reconozcamos médicos y pacientes que las recomendaciones de vitaminas y minerales en los Estados Unidos solo están definidas para los pacientes pediátricos de 4 años de edad o menos y para las mujeres embarazadas y lactantes, de tal forma que las preparaciones para niños de edades superiores y adultos no se rigen por ninguna recomendación de la Agencia de Alimentos y Drogas de los EEUU y esto aumenta los riesgos de exponerse a dosis tóxicas.

Niños enfermos o que reciben ciertos medicamentos podrían requerir suplementos vitamínicos y de minerales . Niños sanos no tienen ningún beneficio de ellas no importa cuánta presión promocional se haga de ello o cuán genuina sea la preocupación por los aspectos de una dieta adecuada en esas edades del crecimiento. 7/8/2017