Call: +507 269-9874
Address: Consultorios Médicos Paitilla

 

Con respecto a las vacunas contra COVID-19 hay muchos interrogantes todavía, pero eso no significa que por lo que ya se conoce, no se puedan utilizar.  De allí el concepto de “uso de urgencia”, que tiene otras restricciones, entre ellas, la no comercialización del biológico, y, otras de aspecto legal.

Dicho esto, algunas respuestas sin preguntas:

 

  • Los ensayos clínicos con la vacuna han probado que esta protege contra la enfermedad, una vez infectado con COVID-19, al preparar al individuo a montar una respuesta inmunológica de protección cuando se expone al virus del COVID-19
  • Lo que aún no se conoce es por cuánto tiempo protege la vacuna contra la enfermedad y si logra que la persona vacunada no infecte o contagie a otros
  • Los anticuerpos protectores son hechura de cada infección, de cada vacuna y de cada individuo, por lo que no pueden predecirse con certeza
  • Aunque no hay una prueba definitiva, alguna o varias de las vacunas contra COVID-19 podrían también disminuir significativamente la carga viral del infectado vacunado, y, con ello, disminuir o anular su capacidad de infectar a otros, de contagiar. Estudios con la vacunación masiva en Israel están sugiriendo que esto podría darse con la vacuna de mRNA de Pfizer
  • Las vacunas que se están usando constan de 2 dosis. A partir de la 2ª. semana de la primera dosis ya se producen anticuerpos neutralizantes para proteger contra la enfermedad, y con la 2ª.dosis se produce un refuerzo importante para la protección más amplia y duradera
  • Todavía tampoco conocemos por cuánto tiempo las vacunas nos darán la protección inmunológica deseada
  • Aún no se vacunan niños, ni se vacunan grandes poblaciones que se oponen a la vacunación por ideología (anti-vacunas) o por temores racionales o irracionales (“hesitancy”) y ansiedad por una vacuna nueva, y tampoco hay vacunas suficientes para vacunar el 80% de la población mundial. Esto obstaculiza que se logre una inmunidad de grupo o de rebaño, por lo cual para protegerme a mi, para proteger a las personas cerca de mí, como mis hijos, mi esposa, mis padres, mis amigos yo debo responsablemente vacunarme
  • Por estas razones es necesario que a pesar de que estemos vacunados continuemos observando y cumpliendo con medidas higiénicas (lavado de las manos, evitar tocarse ojos, boca y cara) y con medidas de mitigación (uso de máscaras, evitar conglomeraciones, distanciamiento de por lo menos 2m., aislamiento voluntario domiciliario de contactos y enfermos) aunque estaremos mejor protegidos de nuestra salud
  • La vacunación es una decisión personal y es un acto de responsabilidad y solidaridad con el Otro que se debe exigir a todo el que quiera vivir, crecer y desarrollarse en sociedad. Parece muy fácil renunciar a deberes y obligaciones pero seguir reclamando derechos cuando se compartes los bienes de una comunidad o una sociedad
  • La vacunación a mujeres embarazadas será por ahora una decisión tomada por ella y su familia con su médico obstetra. La enfermedad infecciosa en la embarazada ha mostrado seriedad y mortalidad suficientes para reconsiderar la postura inicial de no vacunar.  A esto se suma el favorable hecho de descubrir anticuerpos contra la enfermedad en los bebés de algunas de estas embarazadas.

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.