- May 11, 2016
- Pedro Vargas
- Cesáreas, Daño cerebral, Parto, Parto domiciliario, Salud Pública
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El parto domiciliario gana popularidad, sin embargo, ¿es eso bueno cuando contradice el estado del arte y la ciencia del cuidado médico?
Esta pregunta solo nos la hacemos los médicos que no estamos de acuerdo con someter a madre y recién nacido o por nacer, a peligros de muerte, de asfixia y de daño cerebral en un medio que dejó de ser el lugar del nacimiento, siglos atrás.
En Inglaterra cerca del 10% de los partos no ocurren en el hospital. El CDC (Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades, de los EEUU) ha estimado que en el año 2012, más de 53,000 nacimientos no ocurrieron en hospitales, de ellos, 35,000 se dieron lugar en los hogares y el resto en centros de nacimiento no hospitalarios (Birth Centers). Aún esto es solo el 1.36% de todos los nacimientos, pero son cifras superiores a las que se conocen del año 2004, cuando esa cifra porcentual era de 0.8%. En algunos estados de los EEUU el parto domiciliario es más popular, p.ej. en Alaska lo constituyen un 6% de los nacimientos, en Montana un 3.9% y en Oregon, un 3.8%. En Oregon se conoce qué partos están planeados para que ocurran en domicilios y qué partos serían en hospital.
En los años 2012 y 2013 la frecuencia de muerte perinatal fue significativamente superior para los partos planeados en casa con respecto a los planeados para el hospital: 3.9 vs 1.8/1,000 partos. Esto se traduce en ¡una muerte más por cada 500 partos en casa!
Los partos en casa también fueron asociados con un mayor riesgo de convulsiones neonatales aunque también se notó que fueron menores las admisiones a las unidades de cuidados intensivos neonatales.
Hospital Domicilio
Inducción de
labor y parto 30% 1.5%
Cesáreas ± 25% 5.3%
Daño permanente
o temporal y muerte
madre 27/1,000 9/1,000
cesáreas p vaginal
Mientras en EEUU y en Panamá desfavorecemos el parto domiciliario, el inglés Instituto Nacional de la Salud y la Excelencia del Cuidado (NICE), desde una perspectiva holística, lo considera de bajo riesgo. Sin embargo, también hay que decir que existe un sistema de coordinación entre los parteros domiciliarios y los hospitales, que redundan en la disminución de riesgos en los partos en casa. Siendo las cifras de cesáreas más altas en los hospitales -y con las cesáreas, los riesgos de complicaciones- hay que considerar si estas cifras negativas desaparecerían con una atención más rigurosa a la tendencia quirúrgica.
Un editorial reciente del New England Journal of Medicine, la revista por excelencia de medicina en Norteamérica y el mundo médico recordó que en Inglaterra más de la mitad de las mujeres que planeaban parto domiciliario terminaron dando a luz en un hospital. Si quienes favorecen el parto domiciliario no consideran esto un fracaso, naturalmente que sus cifras beneficiosas no se deslucen. En los casos cuando las cosas no marchan bien, la transferencia de pacientes del hogar al hospital es pronta. El sistema diseñado y la red de seguridad británica trabajan bien.
Mi punto de vista sigue siendo que si el parto hospitalario no garantiza 0% de complicaciones maternas, el parto domiciliario menos lo garantiza.