La Academia Americana de Pediatría acaba de publicar uno de sus muy útiles y oficiales documentos sobre la recomendación de siempre: usar medidas en el sistema métrico para las medicinas prescritas y «dejar la cuchara para la alimentación» («Metric Units and the Preferred Dosing of Orally Administered Liquid Medications).

Los errores en dosificación son amplios y serios cuando las dosis son múltiples mientras no se especifique el número de mililitros y el horario.  Esta advertencia no solo va a los padres sino también a los médicos y a la industria farmacológica.  Las cucharitas, cucharaditas, cucharas, cucharitas del té o del café todas tienen volúmenes diferentes, incluso entre ellas mismas.  Debemos suponer que una cuchara tiene 15 ml o el equivalente a 3 cucharaditas de 5 ml cada una.  Sin embargo esto no es cierto porque depende no solo de la construcción del instrumento sino hasta dónde se llena antes de introducirla en la boca del niño.  Las recetas deben ser claras y concisas: 5 ml q 8 horas, en lugar de «una cucharadita 3 veces al día».  Con esto se evitan errores frecuentes que llevan a intoxicación o sobredosis, e incluso, a dosis insuficientes de algunos medicamentos.