Call: +507 269-9874
Address: Consultorios Médicos Paitilla

Antes de las vacunas específicas, la mortalidad, las secuelas y la gravedad de las enfermedades eran el resultado de no tener protección contra esas infecciones. Siempre se ha recordado que, quienes no conocieron los resultados del polio, la viruela, la difteria, la tos ferina, o la rubeola, tienen dificultad en no solo reconocer sus signos y síntomas, sino lo serio de esas infecciones.

Entre estas personas, están algunos de los que no creen necesario vacunarse y, mucho menos, los que rechazan la obligatoriedad de las vacunas. COVID-19 nos ha permitido a todos, en todas partes del mundo, vivir y sufrir la crisis sanitaria, social, económica, educativa y financiera que una enfermedad infecciosa y nueva produce a través de la enfermedad, sus secuelas y la muerte. Ahora no hay quien pueda decir, yo no conozco ni conocí sobre esa enfermedad.

¿Se debe vacunar a todos los niños contra la enfermedad COVID-19? Sí. (1) Es una enfermedad altamente contagiosa, (2) se transmite de humano a humano por un virus respiratorio, (3) afecta toda la actividad humana, y, (4) abrir y mantener las escuelas abiertas, debe ser bajo compromiso de proteger a todos los niños.

Vacunarse es una acción solidaria con el Otro, es una prueba mía de que puedo y quiero convivir con los demás. Es un elemento de vida en sociedad como es cumplir con directivas que protegen en la calle a quienes las transitan, en los hogares a quienes los componen.

Cierto es que todavía no conocemos con certeza el rol de los niños en la transmisibilidad de la infección por SARS-CoV-2, y que en ellos existe una aparente inmunidad de barrera contra la infección, que adolece el adulto. Pero, este virus se disemina con particular eficiencia y resultados desastrosos entre poblaciones no inmunizadas por la enfermedad o efecto rebaño. Entre mayor es el número de reproducción (R0) mayor es el número de personas que serían infectadas por un ya infectado, en una población sin inmunidad suficiente, y, mayor es el número de personas inmunes que se necesitan para crear la inmunidad de rebaño. A base de enfermarse, el costo es muy alto porque no es que los jóvenes, el blanco de quienes abogan por la inmunidad de rebaño con enfermedad, no se enfermen seriamente y no se mueran. Para el SARS-CoV-2, la inmunidad de rebaño es menos costosa si se hace la vacunación mandataria. La vacunar reduce el riesgo de la transmisión de persona a persona.

Entonces, para hacer mandataria la vacunación en niños, hay que asegurar varias cosas. Primero, la vacuna tiene que ser segura para los niños con un nivel de riesgo aceptable, como se acepta para otras vacunas de la infancia y la niñez. Naturalmente que, esta seguridad la otorgan los ensayos antes de ser aprobadas y de obtener sus respectivas licencias. Con ello, se garantiza la confianza de la población en la vacuna, como en su relación con las autoridades y personal de salud. Segundo, la contundencia de los daños de la enfermedad debe ser acordada, algo que no es difícil de conocer ya, y manifiesto en los niños y adolescentes con el Síndrome Inflamatorio Multi-sistémico, de alta mortalidad. Tercero, la vacuna debe reducir el contagio de persona a persona, para aumentar la proporción de personas inmunes, con lo que se previene la enfermedad en otros. Cuarto, también la vacuna debe proteger al niño de la enfermedad, aún cuando no proteja al 100% de los niños vacunados. Quinto, la vacuna debe estar disponible, su obtención debe ser fácil y debe estar al alcance de todos.

Cuando llegue el momento, porque todavía no tenemos una vacuna contra el COVID-19 ya habremos encontrado mejores acuerdos sociales entre la población.

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.