Esta tarde no solo se le dio una paliza a la propuesta de “invertir” 35 millones y algo más en el Parque Recreativo Omar, sino que el descontento y la desconfianza de las gentes fue la tónica. Ni siquiera se celebró que la comitiva del gobierno anunciara al iniciarse la reunión, que la propuesta “comenzaba en cero”.
Nada de ese descontento y desconfianza es gratuito. Pero pareciera ser que hay apetitos más voraces entre quienes administran el país que el de querer hacer las cosas bien hechas y consultadas. Los usuarios del parque queremos mantenimiento, higiene, senderos para andar, ninguna edificación más ni restaurantes, tampoco parques deportivos. Del otro lado de la Vía Porras, frente al parque, hay restaurantes. En otras partes de la ciudad hay parques deportivos. “¿Por qué ahora quieren todo en el parque Omar”? En palabras claras y altas: “no hay propuesta alguna, quedémonos como estamos”.
Yo tengo varias preguntas, que no pude hacer porque fue imposible después de 2 largas horas de gritos, insultos, quejas y propuestas calladas por todo lo anterior. Hasta campaña electorera partidaria se respiró -como pescando en río revuelto- y cuando todos los partidos tienen tantas deudas con la ciudadanía y ese parque. Lo que parecía una malcriadez no era otra cosa que el sentimiento de frustración de no ser oído y el temor de ser nuevamente burlado.
¿Cuál fue el motivo real que llevó a considerar “mejoras” por 35 millones de balboas, como por generación espontánea?
¿Fue la de esta tarde una consulta solo para cumplir con las 2 consultas a los ciudadanos requeridas por ley para luego pasar como aplanadora todo lo que ya se ha decidido?
¿Por qué no se hicieron las consultas con las gentes –usuarios y ciudadanos preocupados- con antelación suficiente para entonces hacer una propuesta consultada?
¿Por qué el 6 de enero se hicieron las homologaciones con los interesados en concursar por la propuesta sin haberse escuchado a las gentes?
¿Por qué no se tienen estadísticas sobre el uso de las diferentes facilidades actuales para darle prioridad a lo prioritario?
¿Por qué se propone a concurso “diseño, construcción y equipamiento” como un todo, lo que impide el análisis de cada etapa y solo facilita la generación de adendas por imprevistos, un vicio de corrupción que ya descubrimos, en lugar de licitarse cada cosa por aparte?
¿Por qué un solo diseño y no el diseño que propongan los ciudadanos? ¿Qué apuro existe? ¿Hay alguna actividad o plan en mente o es solo el cierre de campaña?
Las preguntas son múltiples y sin respuestas siguen acrecentando la desconfianza de las gentes en los proponentes y en el gobierno. Ignorar esto o es por complicidad o es por estupidez. Sería bueno conocer cuántos de estos funcionarios aquí interesadísimos en las obras son usuarios del parque. Si lo fueran se darían cuenta de que:
El Parque Omar requiere mantenimiento y mejoras pero los dicta la comunidad de usuarios, no promotores de quienes tenemos una excesiva lista de cuestionamientos y que siempre, como los tiburones, se comen al pescado más chico. Y, prepárense quienes creen que tienen el sartén por el mango, la ciudadanía ya es militante y contestataria. 12/1/2017