
- Jun 17, 2018
- Pedro Vargas
- Bioética, Ciudadanía, Derechos Humanos, Otras Lecturas, Temas ciudadanos
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Sin darnos cuenta, la polarización de la ciudadanía en la ciudad no solo es tremendamente tóxica, sino lograda a través de instrumentos propios de los movimientos políticos desestabilizadores. Veamos por ejemplo, las reglas del juego.
Frente a la eficacia de las redes sociales para diseminar información cierta o falsa, estos movimientos políticos no han escondido sus intenciones al reconocer que al no sumarse a las mismas reglas del juego, el adversario será fácilmente vencido. La regla del juego es no jugar sucio, ser transparente en la oferta y en la demanda. Quien se propone ejercer el más destructivo de los comportamientos, lo logrará en un marco o escenario donde no se honra esa regla. En donde será tu palabra contra la mía.
Cuando los delincuentes descubren la dificultad de la audiencia para distinguir al agresor del la víctima de la agresión, abandonan el silencio como eficaz método para no conocer la verdad sobre los delitos, y entonces se acogen a la manipulación del lenguaje y la palabra para desvirtuar esa verdad, para confundir, y hasta para incendiar el espíritu de las gentes, mientras se ataca el carácter y las intenciones morales de sus oponentes o críticos.
Por ello, el juez tiene que ser firme, conocer, dominar la jurisprudencia, hablar alto y con el filo de una navaja, cortar de un tajo el intento de burlar la verdad. 16/06/2018