Nosocomio es sinónimo de hospital; infecciones nosocomiales (IN) son infecciones adquiridas en los hospitales –ya sean localizadas o sistémicas- por organismos vivos o toxinas; organismos nosocomiales son bacterias, virus y hongos propias de los hospitales o sus toxinas. Las solas bacterias producen cerca del 90% de las infecciones nosocomiales. Hoy, las bacterias que se consideraban exclusivamente nosocomiales, se han constituido en también propias de la comunidad y causas de infecciones adquiridas en la comunidad.
Indistintamente se utilizan los términos de infecciones adquiridas en los hospitales (IAH) e infecciones asociadas con el cuidado médico (IACM) para referirnos a infecciones nosocomiales (IN).
Las infecciones nosocomiales siempre se han visto como serias. Ni los pacientes ni los médicos queremos tener que enfrentarnos, porque no pocas veces, ellas ganan las batallas. Contrario a la morbosidad que lucen los periódicos y los periodistas, las infecciones nosocomiales son asunto que debe manejarse con seriedad y objetividad. Es muy fácil culpar a los hospitales de ellas pero lo cierto es que todos los hospitales del mundo, los mejores incluidos, sufren infecciones nosocomiales por la creciente complejidad del cuidado médico y el aumento de la resistencia de las bacterias.
En este punto, entonces encontramos que la sociedad, la comunidad entera y no solo los hospitales son responsables de las infecciones nosocomiales porque somos los responsables de las bacterias nosocomiales. ¡Cómo!, ¿cómo? Sencillo: el abuso en la utilización de antibióticos y el pobre cumplimiento con el lavado de las manos
son 2 de los elementos sobresalientes en la génesis de la resistencia de los microbios. Si resolviéramos estos 2 factores podríamos prevenir gran parte de estas infecciones y las complicaciones y muertes asociadas a ellas.
Dentro de los hospitales, las unidades de cuidados intensivos son el lugar donde ocurren las epidemias de infecciones nosocomiales más temidas y dañinas. Precisamente por (1) la complejidad en el manejo de las enfermedades que implica mayor instrumentación y más equipos, (2) la más amplia utilización de antibióticos, y (3) la mayor gravedad de la enfermedades de los pacientes allí admitidos.
Para que llamemos a una infección, una infección adquirida en el hospital (IAH) o una infección asociada con el cuidado médico (IACM) se requiere, por lo menos, reunir 4 situaciones:
La sintomatología de la IAH varía según el tipo de infección. Los tipos más frecuentes son:
Los primeros síntomas se pueden enumerar así:
Cualquier paciente admitido a una facilidad médica está a riesgo de contraer una infección hospitalaria. El riesgo también existe para las visitas a los hospitales, particularmente ancianos y niños. Para algunos organismos bacterianos, los riesgos de enfermar dependen también de:
En las unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos el riesgo de contraer una infección nosocomial en los EEUU es de 6.1%-29.6% Mientras en los EEUU, Canadá y Europa, el 5% a 10% de las hospitalizaciones se complican con infecciones nosocomiales, en Latinoamérica, el África Sub-Sahariano y Asia estas complicaciones se observan en más del 40% de las hospitalizaciones.
¿Cómo prevenirlas?