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“Fumar Argila no hace daño”

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Hookah es la pipa de agua para vaporizar y fumar tabaco con aroma y recibe diferentes nombres: argila, en Siria; nargila, en Turquía; shisha, en Egipto; galyan, en Irán y cachimba en España (En Panamá, cachimba se usa para todas las pipas de fumar).

En nuestro medio se ha popularizado por razones varias, quizás por ese aire de “misterio” que una humarada densa, ascendente y alta produce; o, porque da cierto grado de ostentación de otra cultura, la oriental, o mágica alcurnia o intelectualidad de la madurez educada; porque ofrece una oportunidad de socializar; o, porque tenemos una población multicultural, donde el inmigrante del Medio Oriente está bien representado. Los bares en nuestra ciudad comienzan a darse cuenta de ello y ahora ofrecen áreas o cuartos dedicados al ritual. Y la pipa suele compartirse aunque en los países árabes la pipa es más personal.

Los jóvenes adolescentes y los adultos jóvenes vuelven al argumento de que no es nocivo “fumar argila”, como dicen que no es nocivo fumar marihuana. Esto me retrae a la afirmación de que el alcohol “no me hace daño, porque lo sé tomar”. Veamos por qué aquella afirmación no es acertada.

170px-Hookah-lookthrough.svgLos componentes esenciales de la argila consisten de un carbón vegetal (charcoal) especial y abundante nicotina. La brea va por encima del perfumado tabaco, entre ellos, una hoja de aluminio. La adicción y daño que produce la nicotina, no tengo que discutirla cada vez, y aunque no se compara con el uso de argila, con usos como el cigarrillo, deben conocerse. Hoy mismo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha señalado con claridad meridiana que el tabaco, léase la nicotina, mata a la mitad de quienes lo usan, aumenta los costos del cuidado de la salud, limita a las familias prematuramente de ingresos económicos y que al ritmo actual de los fumadores, para el año 2030, las muertes relacionadas al uso del tabaco pero que pasan desapercibidas aumentarán a 8 millones por año (@WHO, 30 de mayo de 2015).

Mediante una pipa, con una boquilla removible, cada fumador de argila lleva el humo caliente a sus dos pulmones. El tabaco con aroma pasa a través de una cámara de agua antes de ser inhalado despacio y profundamente. Cambio de boquilla para el otro fumador, aspiración bucal de nicotina y brea, atrapamiento de la fragancia frutal en la boca por un rato y exhalación. Supuestamente no debe aspirarse a los pulmones, como te recomiendan cuando comienzas a fumar cigarrillo, pero no son pocos los fumadores de argila que lo inhalan y con la inhalación, monóxido de carbono (CO), cuya vida media en la sangre es entre 3-4 horas. La vida media del gas CO es ese tiempo que se toma llegar a la mitad de la concentración inicial en la sangre. Es decir, no se limpia de la sangre en 3-4 horas, solo se disminuye su concentración a la mitad.

 

220px-Qalyoon   El cerebro recibe esos componentes y la cabeza “se siente más liviana, algo emborrachada”. La sensación sugiere que algo más que tabaco es el responsable de esa sensación “high”. Depende de quién vende y prepara el argila, un vehículo social y culturalmente viable. Algo así como el delicioso sabor de las papitas fritas de algún comercio, cuyo aceite en donde se fríen nadie conoce.

Es cierto que el argila no se fuma uno tras otro, como sí ocurre con el cigarrillo. Quizás en eso, el fumador de argila se parece más a quien fuma tabaco y también con esa sensación de poder, de clase, de imposición y de un placer, que no pocas veces es fingido con tal de parecer. El tiempo promedio de fumarlo se ha calculado en unos 45 minutos. Esto implica entre 50 y 200 inhalaciones y cada una significa inhalar entre 0.15 a 0.50 litros de fumada. En una sesión de una hora, esto equivale a 100 o 200 veces el volumen que se fuma en un cigarrillo (Shihadeh A, Azar S, Antonios Ch, Haddad A: Towards a topographical model of narghile water-pipe café smoking: a pilot study in a high socioeconomic status neighbourhood of Beirut, Lebanon. Pharmacology Biochemistry and Behavior. Elsevier Pharmacology Biochemistry and Behaviour;2004; Vol 79, Issue 1:75-82). El charcoal que se utiliza en la argila permite temperaturas menores para la mezcla del tabaco que las que se alcanzan con el cigarrillo prendido.

La composición del argila varía con respecto a la del cigarrillo pero su uso intenso, prolongado y por muchos años no puede ser considerado inocuo y que no produzca las mismas enfermedades que el tabaco produce en el humano, entre ellas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o el cáncer, porque las sustancias irritantes y los carcinógenos están allí contenidos. Y, aunque un estudio publicado en el 2008 por un grupo de investigadores paquistaníes (Sajid K, Chaouachi K, Mahmood R: Hookah smoking and cancer: carcinoembrionic antigen (CEA) levels in exclusive/ever hookah smokers. Harm Reduction Journal 2008;5:19) reveló que las concentraciones de CEA en sangre (un marcador biológico de cáncer) en fumadores exclusivos de argila fueron similares a las de no fumadores y significativamente inferiores a los niveles en fumadores pareados para las mismas cantidades de tabaco, los mismos autores advierten que fumadores de argila considerados no moderados (2-4 preparaciones diarias, 3-8 sesiones al día; 2-6 horas diarias de tiempo de fumar) significativamente elevan los niveles sanguíneos del marcado de cáncer CEA.

Y, por su contenido de nicotina, existe la potencialidad de hacerse adicto a la argila. Naturalmente que el riesgo es diferente al del fumador de cigarrillo si depende exclusivamente de menor frecuencia de acceso al argila. Se dice que un fumador ocasional de argila (fuma una vez cada 4 días) absorbe tanta nicotina como quien se fuma 2 cigarrillos diarios; y que alguien que fuma argila todos los días, absorbe tanta nicotina como aquel fumador de 10 cigarrillos diarios.

Estudios recientes sugieren que una sesión de argila expone a menos nicotina, a casi lo mismo de CO y a más de otras partículas no nicotínicas (NFDPM) –esas partículas como el alquitrán o brea, que impregnan alveolos y vías aéreas- que la exposición al fumarse un paquete entero de cigarrillos. Es necesario reconocer que el alquitrán se produce al quemar el tabaco, así que la lectura de que “no contiene alquitrán”, es engañosa.

Ya en el 2005 la OMS (Organización Mundial de la Salud) advirtió de los riesgos a la salud de fumar argila o pipas de agua. No solo lo advirtió sino que señaló que no es una alternativa sana para el fumador de cigarrillos (“WHO Study Group on Tobacco Product Regulation (TobReg). Advisory Note. Waterpipe tobacco smoking: Health Effects, Research Needs and Recommended Actions by Regulators, 2005”). Cuando la OMS señala que una hora de argila equivale a fumarse 100-200 cigarrillos o 0.5 litro de nicotina, hay otros expertos en tabaco que señalan esta comparación “alarmista”. Ese adjetivo también lo usan los fumadores de argila. Sería incongruente esperar otra calificación de parte de un consumidor.