Call: +507 269-9874
Address: Consultorios Médicos Paitilla
blog img

 

Hace poco, pero es una sentencia frecuente, una mamá me decía: “pero esa medicina es muy fuerte, mejor no se la doy”.  Le respondí: “las medicinas contra el cáncer son medicinas fuertes, si las necesitas ¿no las vas a aceptar?”.

 

Por “medicina fuerte” pueden entenderse varias cosas, pero la universal se refiere a una medicina que puede tener efectos indeseables.  En esa línea de pensamiento, es correcto indagar si existe una similar para el malestar que se quiere tratar y cuyos efectos adversos no sean tan desagradables, tan nocivos.

 

En el otro extremo del espectro, abundan las madres, en mi especialidad, que recetan a sus hijos con lo que les recomiendan sus amigas, que solamente son amigas.  Allí lo fuerte puede ser la amistad.

 

Veamos algunos ejemplos.

 

  • “la niña tiene fiebre, le voy a dar Motrin®, que es más fuerte, porque el Tylenol® no le sirve para nada”

 

Primero tenemos que reconocer que en el comienzo de las enfermedades de origen viral, no solo la fiebre es alta sino que es el único signo de enfermedad.  Por eso la expresión común de “no entiendo esto, no tiene más nada”.  Y en el inicio, las fiebres más altas sin otros síntomas que orienten por dónde viene la enfermedad,  producen más ansiedad en los padres y requieren más urgencia, no solo en la respuesta del pediatra, sino en la eficacia del medicamento.

 

El acetaminofeno(Tylenol® es una forma comercial) es un medicamento para la fiebre (antipirético) que también se utiliza para tratar el dolor (analgésico).  El ibuprofeno(Motrin® es una forma comercial) es, además de antipirético y analgésico, anti inflamatorio, es decir, ayuda a mejorar la inflamación.  Los cuadros clínicos de enfermedad febril infecciosa –generalmente virales- suelen ir acompañados de inflamación y es esto lo que molesta más al paciente.  Por eso, un ibuprofenoes más fuerte” que un acetaminofeno, pero no es necesariamente el medicamento de elección.  Por ejemplo, si los picos febriles son frecuentes, quizás es preferible utilizar un antipirético que se puede dar más frecuentemente.  El acetaminofenose puede dar cada 4 horas, mientras el ibuprofenose da cada 6-8 horas.  Si el clínico observa mucho signo de inflamación durante su examen, él o ella pueden escoger iniciar el manejo con un ibuprofeno.  Y si no orienta su manejo en esta forma, puede tirar la moneda al aire y escoger o decirle al paciente, lo que no comparto, “dele lo que Ud. quiera, acetaminofeno o ibuprofeno”.

 

 

 

 

–        “no le voy a dar Epival® para prevenir la migraña porque esa medicina es muy fuerte, porque se utiliza para tratar convulsiones y eso me da miedo”

 

La historia familiar de migraña es quizás el elemento clínico que mejor orienta al médico para pensar que estos dolores que martillan la cabeza como si se fuera a explotar y que ocurren cuando se guarda ayuno o se come a deshoras, o mucho chocolate o azúcares, por ejemplo, y que se presentan con náuseas, vómitos o trastornos de la visión son por la migraña.  Incluso, con señales previas (pródromos) de que se va a presentar la cefalea intensa.

 

El ácido valproico, el divalproex(Epival®) o el valproato de sodio son anticonvulsionantes indicados en algunas formas de convulsiones, ya sean solos o en compañía de otros medicamentos para convulsiones, y que también se utilizan en la profilaxis o prevención farmacológica de la migraña aunque no para el manejo agudo del episodio de migraña, y en el tratamiento y profilaxis de la manía de la bipolaridad.

Definitivamente que no están exentos de efectos adversos importantes, como la toxicidad hepática, pero no por ello se dejan de usar cuando la indicación es clara y la vigilancia estricta. También es cierto que existen otras medicinas para prevenir la migraña, entre ellas otros anticonvulsionantes, los reguladores del estado de ánimo y algunos antidepresivos.  No es difícil para los padres, entonces, dejar de dar un tratamiento preventivo solamente por las otras condiciones que ese tratamiento también es eficaz, debido a detestables construcciones sociales sobre las otras entidades, como, p.ej., las convulsiones o epilepsias.

 

 

 

 

  • “el reumatólogo me acaba de recetar metrotrexate para mi reumatismo pero esa medicina es para tratar cáncer, es muy fuerte, yo no la voy a tomar”

 

El metrotrexate es uno de los fármacos más eficaces contra la artritis reumatoidea, una inflamación articular progresiva, desfigurante e incapacitante.  Como se utilizó para tratar algunas formas de cáncer, ya que apunta a la meiosis celular bloqueando la rápida multiplicación o reproducción celular cancerosa, el estigma es que solo es para el cáncer y que es “muy fuerte”, como todas las medicinas antineoplásicas o anticancerosas.  Quizás es bueno señalar que el metrotrexatees el medicamento por excelencia para la artritis reumatoidea, para la artritis por psoriasis y para la misma psoriasis severa, como para la artritis juvenil idiopática.  Esta “medicina fuerte” no debe suspenderse u omitirse, por conceptos domésticos.

 

 

 

  • “¡Ay no!, el Ventolin® ataca el corazón y ha matado gente.Además, hace que los ataques de asma sean más fuerte cada vez.  Yo no lo voy a dar, solo voy a darle Flixotide®”

 

El asma bronquial es una enfermedad de las vías aéreas, no de los pulmones, que se caracteriza por la contracción de las fibras musculares que las rodean (los bronquios), edema de las células epiteliales de esos bronquios, producción de moco o secreciones en forma exuberante y pobre función ciliar (los pelitos que se mueven como escobas para remover el moco).  Todo esto contribuye a los síntomas de obstrucción y de atrapamiento aéreo: el aire entre pero sale con dificultad o no sale.

Por ello, hoy se considera mala o pobre práctica médica no medicar para el espasmo o contracción muscular, para la inflamación de las células respiratorias y para facilitar la movilización de esas secreciones o moco abundantes (por ello está prohibido dar medicinas que quitan la tos en los ataques agudos de asma bronquial).

El albuterol(Ventolin®) es uno de las varios medicinas para dilatar los bronquios, para disminuir o vencer la contracción muscular que contribuye a la obstrucción aérea junto con los otros elementos mencionados.  Si es cierto que hoy día muchos pacientes reciben este broncodilatador sin ser asmáticos. También es cierto que a muchos padres de niños con espasmo bronquial irreversible y repetitivo nunca se les dice que se trata de un ataque agudo de asma o, al menos, de broncoespasmo.  Todo esto lleva a un diagnóstico ligero o a un subregistro del asma bronquial; pero lo que se puede observar es que cuando un niño recibe un broncodilatador por primera vez, ya él o ella harán espasmo bronquial con infecciones de las vías aéreas, no porque ya se utilizó el broncodilatador sino porque el uso de esta medicina está marcando la severidad de la reactividad de las vías aéreas frente a  agentes nocivos, sean bacterias, virus o alérgenos ambientales.  No proveer el broncodilatador recetado solo hará las cosas peor para el niño enfermo.  Aquí, la medicina no es la fuerte, las manifestaciones de la reactividad bronquial son las fuertes.

 

 

 

En otras palabras, el concepto de una medicina fuerte tiene connotaciones para cada individuo o para cada familia que suelen convertirse en un obstáculo para el manejo apropiado y temprano de la enfermedad.  Si tiene dudas sobre efectos que a Ud. le preocupan, antes de decidir no cumplir con la indicación médica, pregúntele a quien se la recetó y facilite el alivio de su niño/a enfermo/a.

 

 

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.